Una vez por semana me regalo un bálsamo al alma.
Busco mí lugar, me pongo cómoda y me encuentro.
Ahí, donde soy, me escucho a mí misma. Descubro que quiero y que no. Me siento bien. Ahí.
Ahí donde soy, me desplomo en un sillón prestado, prestado tanto como el tiempo.
Y hablo. Hablo tanto que me aburro, más no me canso.
Me escucho.
Me siento.
Me conozco.
Ahí, donde soy lo que soy,
puedo ser todo eso y más.
Ahí me veo,
Me caigo, y
Me sostiene una simple voz, la mia.
Ahí, donde puedo ser, sin caretas
Me suelto.
Suelto miedos y gano confianza.
Ahí lloro, y me río también.
A veces todo junto.
Me enojo y sufro.
Me entiendo, me conozco.
Ahí, donde me tengo paciencia, soy.
Donde no hay reproches,
Donde no hay nada que juzgar.
Donde todo es lo que es,
yo también soy.
Soy real.
Cuando me hablo,
Me equivoco y me doy cuenta.
Sano,
Busco,
Y voy.
Busco en la palabra el abrazo.
Busco en la mirada un sostén.
Una vez por semana
Cada día más,
Me encuentro conmigo misma
Y soy. Soy todo esto y más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario