Mirada al alba

Habían pasado 15 años de la última vez que se vieron, Alba no lo reconocería. Hacia un esfuerzo sobrehumano para recordar su mirada, aquella ultima mirada. Aun así lo lograra no era esa la mirada que ella deseaba recordar. Pasaba horas, días, meses y años buscando su rostro entre la gente, sin buenos resultados. Alba esperaba, sentada en al alba, contemplando la vida pasar, sintiendo que algo faltaba. Algo no estaba bien, algo no encajaba. Una pieza faltaba. Apagaba la luz y sus ojos cerraba, allí lo veía, lo conocía y lo abrazaba. Ahí lo sentía, lo escuchaba, le hablaba y lo esperaba. Alba se acercaba pero el huía, le preguntaba y no respondía. Lo esperaba pero no venía.
No vino. Hace 15 años atrás.
Un día despertó con su vida patas para arriba. Hecha un nudo. Todo enrollado. Desorganizado.
Lo buscó, lo enfrentó, lo miró pero nada bastaba. La decisión ya estaba tomada. Alba mira siempre por la ventana, sintiendo aún esto que falta. Como 15 años atrás, como todas la mañanas.