marzo 30, 2019

alegoría deportiva

Levante la mano quién no se comió el amague.

Nadie está a salvo del si pero no, ni siquiera el mejor jugador de cualquier deporte.
Porque a veces parece que hasta el hoyo de golf se achica aproposito o que para el nadador la pileta parece no tener fin.
Te comiste el amague.

Estás ahí parada en la cancha, con todas las técnicas practicadas y las tácticas estudiadas, entonces nada puede salir mal.
Te comiste el amague.

Estas preparada, tenes la pelota atada y el arco sólo,
Tenés que animarte a patear.
De repente la pelota se va a la tribuna, lejos, fuera de la cancha.
De repente tenés en frente a quién te marca de cerca.
Uno a uno.
Y no podes zafar.
Te comes al amague.

Te comiste el amague
Cuando pensaste que tenías el partido ganado, solo por ponerte los botines y la camiseta.
A veces no alcanza.
Te comiste el amague cuando pensaste que el partido se jugaba de a uno.
Te olvidaste del equipo.
Te comiste el amague cuando la formación paso de ser de 2 a 3.

Te comes el amague
Cuando te morís de nervios mirando al público,
Cuando solo pensas en el público.
Te comiste el amague
Cuando subestimas al rival,
Cuando el nadador se tira a la pileta y todavía no sabe nadar,
Cuando la que patina sobre hielo está resfriada.
Cuando aquella que rema,
rema fuerte pero rema sola.
Ahí te comes el amague.

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