El tiempo nos da pautas

y pausas.

El tiempo nos regala espacio. 

El tiempo nos ayuda a movernos.

El tiempo nos ayuda a organizarnos.

Pero si no sabemos que hacer con eso, no hacemos nada. 

Las pautas son para estar atentos, las pausas son para reflexionar. 

Los espacios son para conocernos y organizarnos de nuevo.

Y así nos vamos moviendo, 

Aprendiendo, arreglandonos, y rompiendo viejas estructuras que a veces también son consecuencia de un tiempo quieto. Sin pausas.

Creo que el secreto está en ser artistas y protagonistas de nuestras vidas. 

Dejar de segundear. 

Dejar de esperar, 

Dejar de poner la vida en manos de otros.

El tiempo no cura nada,

Somos nosotros moviéndonos a través de él. 

Haciendo algo con lo que somos, 

Siendo eso que debemos ser.

Una de dos.

A veces tengo tanto que decir que no me alcanzan los caracteres que me brindan las redes sociales y a veces no me alcanza que no me presten atención.

Una de dos.

No sé muy bien en qué momento fue que enmudecí, cómo fue que me callé tanto, como soporte tanto silencio.
Pobre mí garganta aguantando tantas cosas no dichas, rotas ahí, convertidas en dolores.
Pobre mis letras calladas, escondidas en una hoja amarilla, dentro de un libro que no volví a leer, abajo de otro que aún no empecé, dentro de una caja que estoy por abrir.

Pobre mí cabeza que no paraba de pensar y todo quedaba ahí, casi a punto de estallar.
Pobre mí corazón que trató de aliviarme y abrazarme desde siempre.
Al fin mí alma esta más sonriente y más liviana.

Estoy diciendo.
Estoy usando todo,

Estoy recopilando datos, guardando momentos en archivos de memoria para reiniciarme
toda con todo.
Tal vez pretendas conocerme, tal vez creas que si, tal vez huyas de esta versión.
Tal vez no sea lo habitual, tal vez dudes... Pues bienvenido a mí mundo, de dudas voy, y de dudas vengo.

Por suerte me cuestiono, pobre de mis pensamientos si no lo hago, pobre de mis dudas si no las aclaro, pobre de mí almohada en noches de insomnio.
Pobre de mis ojos de tantas lágrimas.
Ahí andaba mí sonrisa celosa porque no la usaba, fue esa vez que no supe decir, fue esa vez que me quedé callada.

Si algún día nos volvemos a encontrar no me preguntes por mí trabajo, por cuánto dinero gané, por cómo van " mis cosas" .
Preguntame cuanto crecí, cuanto dolió, cuanto aprendí y cuanto me conocí.

Esa sí que es una buena conversación.

Hoy estoy con ganas de sacarle el miedo a las palabras.
Estoy con ganas de hablar con la verdad.
- Alguna vez, ¿tuvo usted un ataque de ansiedad? , Preguntó.
- si, un día comí sin parar dijo.
- no, yo me refiero a la ansiedad pura, incontrolable, desconocida.
- aahh, a ver.. no se, vos?
- muchas veces. Un día salí a caminar pues no podía quedarme quieta, literalmente hablando, cual rata de laboratorio encerrada. Pero a las 5 cuadras tuve que volver.
- ¿Por qué? ...
- pues porque no soportaba la mirada ajena.
-....
- hace años atrás, me preparaba para rendir un examen, baje por el ascensor, y cuando llegue a la puerta del edificio me angustie tanto que subí, cuando subí a mí departamento, me arrepentí y volví a bajar.. pero luego, subí. Y me quedé, no rendí.
- áaah, no.. eso nunca.
- y hay más...
- no, dejá ya entendí. Me da ansiedad escucharte.
- ...
Sacarle el miedo a las palabras,
Decir la verdad.
Quitarle drama a lo real
Mostrarnos humanos,
Como somos. Con todo.
Sacarnos las caretas,
Mostrar debilidad.
Enseñar,
Investigar,
Aprender.
No todo está dicho,
Nadie tiene la verdad.
Nada es lo que parece.
Hoy estoy con ganas
De sacarle el miedo a la verdad,
De vivir real,
De ser,
De ser real.

La sensación es parecida a devorarte un libro en un día.
No pasa seguido y sentís orgullo por haberlo hecho.
Es como escuchar
tu canción preferida
Una y otra vez,
Infinitas veces.
Es como creer que cantas bien y a los gritos mientras te duchas.
Es una linda sensación.
La seguridad.
Es esa sonrisa regalada al aire,
Esperando que llegue hasta ese otro que no sabes ni dónde está.
Es como esas palabras que largaste al agua cuando te viste en el reflejo y lloraste.
Es como aquella carta que le escribís a mamá.
Es ese dibujo que sigue ahí pegado en el placard.
La sensación es parecida a cuando te bañas, es placer.
Es jugar bien, es ganar.
Es cuando te felicitan.
Es como acariciarte todo el tiempo
Es como el autoabrazo.
Es comer chocolate y helado
Enredada en una manta,
Es seguridad
Estructura .
Es la sensación de saberse bien,
Es calmar el fuego de ansiedad.
Es creer en algo más.
Tiene que haber algo más,
¿Dónde estará "eso" más?.
Es la mirada sincera
De unos ojos conocidos,
El sonido de un silencio
Que nadie quiere escuchar.
Es darte todo
Darme todo
Darnos todo
Todo aquello que queremos dar,
Qué podemos dar,
Qué sabemos dar.
Hace tiempo
Qué mí tiempo no es igual.
Pero tengo tiempo para esperar,
Para esperar a que algo sea
Sea hoy y mañana por igual.

Corriendo hacia adentro, buceando entre mis entrañas voy purgando todo aquello que alguna vez dolió.
La manzana podrida la veo y esta ahí, caerá por su propio peso mientras yo hago lo mío.
Me hago cargo de lo que me tocó con la fuerza necesaria y mientras tanto busco apoyarme en mi
y en aquellas lucecitas que me regala la vida que me hacen bien.

Aflojemos con los cuentos chinos, a mí regalame tiempo.

Regalame intención, ganas y deseo.
No me dibujes paisajes que luego no se sostienen,
regalame apoyo y compañerismo.
No me mandes flores, mandame las semillas y hagamos que crezca algo de a dos.
Seamos compañeros. Seamos juntos.

Aflojemos con lo efímero, seamos sólidos.
No me cuentes historias, vivamos.
Mírame a los ojos y dejemos de ser amores de colectivos que duran solo un viaje.

Inmensa

Me quedo con tu flores y sus olores
Me quedo con tu música alegre, salsa y cumbia al limpiar.
Me quedo con tu piel bronceada con el sol.

Me quedo con tu pelo
Suave y acariciable
Me quedo con tu fuerza y valentía.
Me quedo con tu risa.

Me quedo con mirarte y abrazarte cuando pude,
Cuando quise, cuando fue necesario.
Me quedo con tus mates y tortafritas.
Con tu voz gritona.

Me quedo con tu vocabulario
Con tus regalos.
Tu vestimenta que es legado.

Me quedo con nuestros viajes, y nuestras fotos.
Me quedo con tu actitud de guerra.

Me quedo con tu sueño, aquel que me contaste,
Te di la mano.
Te doy la mano,
Te abrazo fuerte.
Te amo tanto para siempre.

No tan de a poco he aprendido que los golpes de la vida

pueden servirte para todo. 

Incluso aquellos que te doblaron al medio, 

de esos me llevo todo. 

Aprendí a enfrentarlo ,

sonriendo o llorando pero siempre

con la frente en alto. 

Errores, todos cometemos,

la diferencia esta en la intención,

eso también lo aprendí. 

Me amigué con la tristeza, 

no por que la quiera cerca, 

si no, para dejarla pasar. 

Que venga, que revolotee,

que rompa y aclare. 

Luego habitaremos la tristeza 

como un trasbordo

y al amor como un puente. 

Y yo cambié ...
Empujé sentimientos de lugares que ya no me cabían más.
Cambié otros, que ya no tenían más sentido de ser, y ni siquiera de estar.
La casa aún está desarreglada, pero ya la veo con un mirar vasto de amplitud.
Y no fue solamente por desocupar lugares que solo ocupaban espacio,
sino principalmente por dar el verdadero espacio y sentido a cada cosa y a cada quien.

¿ En que miedo te diste cuenta de tu valentía ?

La oscuridad, el encierro, apagar y prender la luz, la puerta del ropero siempre cerrada, todo en su lugar.

La ventana semi abierta.

Las llaves siempre en la puerta, perder el cole, llegar tarde, el amor propio, la falta del mismo, el ego, la violencia, la soledad, la sensación de vacío, no entender, la pérdida de alguien, la economía, la falta de sensibilidad, la falta de educación, las ganas de abrazos reales, los buenos días que no son, las noches largas.

El paso de los años, los cumpleaños, la vejez, el cuerpo, el corazón, el trabajo, el estudio, la familia, los que no están, crecer, madurar, las dudas, la ansiedad, el desamor, las despedidas, los regresos, las ausencias, las llamadas, el perdón, el dolor, las curitas, las risas, las lagrimas, los si y los no.

El insomnio, la locura, el hambre, el frío y el calor, el agua, la lluvia, el sol.
La tierra, el alma, la paz.
Las cucarachas voladoras, las arañas, los mosquitos, los sahumerios, la música, los niños, las niñas, las enfermedades, las curas, los te dije, los que duran, los que no.
Los que intentan, los que no, los que pelean y los que se rinden, los que atrapan la vida, o los que corren al revés.
Y vos... ¿En qué miedo te diste cuenta de tu valentía ?.